Roncar es una de las tantas manifestaciones de los trastornos del sueño, ya que puede estar asociado al síndrome de apnea obstructiva del sueño. Este síndrome que afecta a mujeres y hombres, de todas las edades, puede provocar consecuencias tan graves para la salud como infartos cerebrales o al corazón.
Este viernes 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Trastornos del Sueño, un evento impulsado para generar conciencia sobre la gravedad de estas patologías presentes en gran parte de la población. En Chile, por ejemplo, según la última Encuesta Nacional de Salud (2009-2010), el 63% de personas mayores de 15 años reconoce tener problemas para dormir, y de ese porcentaje, el 5% ronca y tiene problemas de respiración cuando duerme, síntomas propios de la apnea del sueño.
Según Vivian Wanner, neuróloga y Directora Médica del Instituto Europeo del Sueño, se habla de apnea cuando al dormir se genera una pausa respiratoria por una obstrucción completa a la entrada de aire; y de hipoapnea cuando ingresa menor cantidad de aire, producto de una disminución del calibre de la vía aérea superior sin que esto provoque una completa obstrucción.
“En cualquiera de los dos casos, producto de esta disminución u obstrucción del tamaño de la vía aérea, el oxígeno de la sangre cae y para volver a respirar normalmente, el cerebro da una orden en forma de microdespertares, de duración muy breve entre 3 a 15 segundos, y al ser tan breves son imperceptibles por el paciente. Estos múltiples microdespertares son los causantes de que el sueño se fragmente”, explica la Dra. Vivian Wanner.
Según la especialista, como consecuencia de este sueño fragmentado, las personas sufren una serie de inconvenientes que pueden llegar a ser muy graves.“Los pacientes sufren somnolencia diurna excesiva. Les cuesta mantenerse despiertos durante el día, tanto en actividades pasivas -como por ejemplo ver televisión – o activas, como conducir un automóvil, lo que lleva a un riesgo elevado de accidentes de tránsito. Además, tienen problemas de concentración, atención y en especial de memoria, ya que ésta se consolida en las etapas más profundas del sueño”, subraya.
Otras manifestaciones que sufren las personas afectadas con apnea de sueño son sequedad bucal, dolor de garganta y de cabeza matinal, bruxismo, reflujo gastroesofágico, irritabilidad y despertares continuos para orinar. Además privación y disrupción del sueño del compañero de cama.
La Dra. Vivian Wanner, advierte que el trastorno respiratorio del sueño predispone al desarrollo de diversas enfermedades como la hipertensión arterial crónica, arritmias cardiacas, resistencia a la insulina, diabetes mellitus, problemas hepáticos y síndrome metabólico. También posibilita el desarrollo de eventos vasculares muy peligrosos como un infarto al corazón o infarto cerebral.
“Son consecuencias graves. Roncar no es normal, aunque sea leve. Hay que tener conciencia de ello y acudir a un especialista del sueño. Cuando un paciente consulta por sus ronquidos, lo primero que hay que hacer es descartar inmediatamente la presencia de un trastorno respiratorio subyacente a ello”, explica la experta.
Predisposición al ronquido
¿Quiénes roncan más? Existen algunos factores que predisponen a aumentar el riesgo de apnea obstructiva de sueño:
– Mayor frecuencia en hombres: Si bien hay tendencia de que la cantidad de roncadores que sufren apnea o algún trastorno respiratorio del sueño sea mayor en hombres que en mujeres, esa diferencia se acaba cuando la mujer entra en su periodo de menopausia.
“La disfunción hormonal característica de la menopausia, trae consigo el aumento de probabilidades de desarrollar trastornos de sueño, siendo uno de ellos los ronquidos y la apnea obstructiva de sueño, fundamentalmente la asociada al sueño REM” comenta la Directora Médica del Instituto Europeo del Sueño.
– Sobrepeso u obesidad: Es otro de los factores claves en la generación de ronquidos por la infiltración de grasa que provoca en las partes blandas del cuerpo: lengua, faringe y cuello, dificulta el ingreso del aire.
“Cuando hay una obstrucción al paso del aire, ya sea desde la nariz hasta la faringe, cualquier condición en alguna parte de este trayecto va a generar un paso de aire turbulento, lo cual genera un ruido que se manifiesta como ronquido”, agrega.
– Antedecentes familiares: Los antecedentes familiares aumentan el riesgo de presentar esta condición.
– Edad: Aumenta la frecuencia en adultos mayores.
– Consumo de alcohol, sedante o tranquilizante:Muchas veces los pacientes que tienen apnea de sueño no diagnosticada, consumen estos medicamentos con el objetivo de tener un sueño profundo. Este tipo de sustancias están contraindicadas en estos pacientes, dado que al relajar los músculos de la garganta, favorece el agravamiento de estos eventos.
– Tabaquismo. El consumo de tabaco provoca un aumento de la inflamación de las vías aéreas, por ende, el riesgo aumenta.
Tratamientos
Aunque no existe ningún medicamento que ayude a tratar los ronquidos, sí hay tratamientos disponibles.
“En el caso de la apnea del sueño moderada a severa, se indica un dispositivo ventilatorio nocturno llamado CPAP (Presión Aérea Positiva Continua), está máquina permite que al dormir no se colapsen las vías aéreas. En los casos de trastornos respiratorios leves o un ronquido primario, existen diversos tratamientos que van desde el uso de un dispositivo de avance mandibular (DAM). También se puede ofrecer cirugía a aquellos pacientes en que la causa de los ronquidos y el agravamiento de la apnea obstructiva del sueño se deben a obstrucciones anatómicas”, finaliza la Dra. Vivian Wanner.
Por Denisse Charpentier
La información es de Comunicado de Prensa